Relájate y cuenta hasta diez

Cada día, recuerda esta frase: “Elige bien tus batallas”. En la vida diaria, se presentan muchas situaciones que pueden ocasionar estrés, desde no escuchar la alarma y levantarse corriendo para llevar a los hijos a la escuela o presionarse por una entrega importante en el trabajo. 

 

Pero, ¿qué pasa cuando el estrés asalta el cuerpo?

El organismo cuenta con mecanismos de respuesta rápida a estímulos externos de peligro, 

los cuales arrancan a través del cerebro, llenando al cuerpo de sustancias químicas y hormonas, como la adrenalina y el cortisol, reaccionando para que las funciones vitales se aceleren y estén atentas para cuidar la integridad del cuerpo. 

 

Haciendo un zoom a las sustancias liberadas, hay que mencionar que el cortisol es crucial, pues si se mantiene en niveles altos, se puede desencadenar un impacto negativo en la salud, como: depresión, aumento de peso, insomnio, cansancio, osteoporosis, diabetes tipo 2 y presión arterial elevada (hipertensión). Esta última puede derivar en una cadena de eventos desafortunados, que procede con fibrilación auricular no valvular (arritmia), siguiendo con un posible evento vascular cerebral.

 

El estrés no es necesariamente algo malo, esto ayudó a nuestros antepasados a luchar por su supervivencia. La búsqueda de alimento y abrigo los enfrentaba a otras especies, los mismos fenómenos naturales de riesgo los sometían a cierto nivel de estrés. Y actualmente, es igual de importante, porque puede ser saludable cuando ayuda a mantener la cordura ante el caos o reaccionar al ocurrir un accidente.

 

Pero, en caso de resultar excesivo por el nivel de intensidad, duración o ambos, puede producir variedad de enfermedades, principalmente cardiovasculares, como: Infartos agudos de miocardio, mayor formación de coágulos sanguíneos,  presión arterial elevada (hipertensión) y obstrucción de vasos sanguíneos.

 

¿Cómo reducir el estrés?

Para poder reducir los efectos secundarios del estrés sobre la presión arterial, el cerebro y enfermedades isquémicas del corazón, toma en cuenta lo siguiente:

 

  • Dormir al menos 7 horas

  • Actividad física

  • Llevar una dieta saludable y balanceada

  • Evitar el consumo excesivo de tabaco, alcohol y café

  • Intervalos de tiempo para hacer respiraciones profundas

 

Visita a tu médico de manera periódica o al presentar sensaciones que sean anormales para ti. Al final, todo se relaciona con tu salud y tu estado de ánimo, así que no te conviertas en una olla exprés. Recuerda que hay más de una razón de corazón para recuperar la calma.


 

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